Pompeya

Yo no tenía intenciones de ir de crucero, no me seducía la idea, pero a mi amiga si, y cuando la tienes todo el tiempo "venga iTxaro venga ...vamos de crucero... que no te vas a marear...venga" "que a Ibiza (yo quería juerga) ya iremos la próxima vez ...vengaaaa", lo que me hace decantar por el crucero, no es la cansa de mi amiga, ni el crucero en si, es simplemente que uno de los sitios que veíamos era Pompeya.

Me encantan las piedras, ya lo he dicho más de una vez, me gusta imaginarme lo que era, podía haber sido y lo que es o representa.

Así que las piedras las iba a ver. En Roma ya había estado y desde que fui la primera vez después de patearla de arriba abajo me dije que algún día volvería pero para una semana con tiempo. Me encantó y esta vez, que fue visita relámpago, también. Pero Roma me gustaría verla despacio, saboreando todos sus rincones y bullicio, y con la compañía apropiada.

Lo que esta vez quería ver era Pompeya. Siempre he tenido mucha curiosidad, hasta tenía un juego donde estabas a pocas horas de la erupción volcánica y jugabas por la ciudad de Pompeya en escenarios que según decía eran bastante fieles a la realidad.

Me parece fascinante que al estar enterrada haya podido salir al exterior toda una ciudad sin expolios ( o al menos sin siglos de expolios), y así poder ver los pequeños detalles de la vida diaria de la polis. Y es que me encantan los detalles, imaginar cómo era (si es que mi profesión fustrada ha debido ser la de arqueóloga, pero las de pincelico "barriendo" centímetros de arena).

Me puedo pasar rato y rato mirando una "piedra" ensimismada y con mi imaginación ya me monto mi película. Y no te digo nada cuando lo que veo es algún yacimiento con esqueletos, miro hasta el último detalle (y si son prehistóricos más aún).




Detalles como estas "señales" de tráfico en el suelo de una calle, que señalaban la dirección al digamos "barrio rojo de Pompeya" como se ve estaba claro qué significaba

Y es que Pompeya lo tiene todo, piedras y hasta esqueletos

El culpable del enterramiento, el Vesubio